martes, 24 de diciembre de 2013

Capitulo de Ivy - 12

Tras este incidente inspeccionamos toda la ciudad en busca de los demonios que pudieran quedar merodeando por la misma, encontramos a unos pocos que no nos costó mucho matar, así que tras revisar toda la cuidad regresamos a los subterráneos usando la entrada de la biblioteca.

Una vez allí recorrimos los pasillos con hasta llegar al refugio donde se encontraba el sacerdote al que  informamos de lo ocurrido, unos instantes después de informarle se dirigió hacia una de las paredes laterales y cogió una especie de aparato conectado a una red de tubos, al parecer se trataba de un sistema de comunicación bastante ingenioso que comunicaba unos refugios con otros, cuando terminó de hablar se dirigió hacia nosotros y nos agradeció lo que habíamos hecho por la ciudad, a lo que Zaeros humildemente contestó que no las merecíamos, ya que librar al mundo de esas bestias y salvar a gente inocente era nuestro trabajo.

Estuvimos cerca de una hora descansando en el refugio, mientras veíamos como la gente recogía sus cosas para regresar a fuera, mientras Zaeros me explicaba el funcionamiento de los pergaminos que había usado unos momentos atrás y Neo se ocupaba del cachorrito que habíamos recogido momentos antes, el pobre estaba muy delgado y sucio, seguía asustado pero se calmaba al estar con Neo. Cuando acabe de debatir con Zaeros sobre el funcionamiento de los pergaminos, me dirigí hacia donde se encontraba Neo y le pedí que me dejara examinar un momento al perro, pude ver que tenia una de las patas traseras rota y varias heridas leves a demás de que estaba bastante desnutrido, así que saque una pócima de mi equipaje y la extendí por la pierna del perro, tras eso recité un conjuro y le vendé la pierna. Tras eso le dimos de comer un poco de carne ahumada que habíamos traído para el camino. Mientras el comía Neo hablo con Zaeros sobre el hecho de quedarnos con el, aunque al principio se negó, poco a poco Neo pudo convencerlo y acabó aceptando.

Tras esto y descansar un poco abandonamos el refugio, pudimos ver como los antes abandonados pasadizos se encontraba ahora llenos de gente dirigiéndose hacia las diferentes salidas, nosotros nos dirigimos hacia la salida de la iglesia junto al párroco, una vez allí, nos despedimos de el y nos salimos de la iglesia. Cuando nos dirigíamos hacia la salida de la ciudad, varios ciudadanos nos detuvieron y nos ofrecieron quedarnos a pasar la noche en el pueblo como muestra de agradecimiento, no tenia mucho pero querían agradecernos de algún modo el hecho de haberles salvado, aunque en otra situación lo habríamos rechazado, esta vez aceptamos, el camino hacia nuestra aldea no era demasiado largo, pero estábamos agotados de las luchas que habíamos tenido que librar hoy. 

Pasamos la noche en Zeritha y al la mañana siguiente partimos hacia las montañas rumbo a nuestra aldea. Tomamos la ruta del bosque para encontrarnos con el campamento de gente que había huido de la ciudad, cuando llegamos al campamento hablamos con el soldado que estaba a cargo del campamento, le contamos lo que había pasado, este nos agradeció información y tras eso retomamos rumbo hacia nuestro destino.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Capitulo de Ivy - 11

Mientras Zaeros observaba la plaza nos mando a Neo y a mi a inspeccionar el resto de la biblioteca. No se trataba de una biblioteca muy grande, aunque constaba de dos pisos, en el piso inferior había seis filas de estanterías repletas de libros y algunas de ellas estaban volcadas, también había un mostrador, las escaleras hacia el segundo piso y debajo de estas el pasadizo por el que habíamos salido unos hace unos momentos.
La segunda planta parecía ser la vivienda del bibliotecario, se trataba de una pequeña habitación con una mesa en el centro, una cama y una pequeña cocina, constaba de una única ventana desde la que se podía observar toda la plaza, no encontramos nada mas. 

Cuando regresamos al piso de abajo informamos de lo que habíamos encontrado a Zaeros y nos reunimos detrás de unas estanterías, Zaeros se había dado cuenta de que los demonios de afuera no eran mas que guardias que protegían a Anna mientras esta terminaba algún tipo de ritual en el centro de la plaza. No sabíamos de que se trataba ese ritual pero debíamos evitar que se completara, así que trazamos un plan, Neo y Zaeros saldrían de la casa hacia la plaza mientras yo debía cubrirles desde el piso de arriba con mis conjuros en un principio, después si la situación empeoraba nos reagruparíamos. 

Zaeros disparó una flecha por la ventana a un demonio que pasaba por al lado de la biblioteca y justo después neo se abalanzó sobre el hundiendo su espada en mitad del pecho y matándolo, eso alertó a los otros cinco que se dirigieron hacia ellos, uno saltó desde varios pies de distancia hacia la espalda de neo pretendiendo clavarle la garra mientras este se defendía del ataque frontal de otro, cuando estuvo a punto de llegar convoque un pico de piedra que alzándose sobre el suelo y aprovechando el impulso del demonio, se clavó en su garganta, Mientras Neo repelía y se lanzaba contra el que le estaba atacando y Zaeros ensartaba a otro con sus flechas, poco a poco los enemigos fueron cayendo, y la plaza quedo despejada, una vez sucedido esto, bajé de mi posición y me reuní con los demás en el centro de la plaza, para nuestra sorpresa Anna no se encontraba ya allí, al parecer había terminado el ritual y aprovechado la confusión del combate para huir, posiblemente por el hueco en el suelo al rededor del vórtice,  por el mismo o por algún otro sitio.

Traté de acercarme al vórtice pero Zaeros me lo impidió ya que si me acercaba mas corría el peligro de ser engullido por el y acabar al otro lado, lugar que, aun hoy en día nos es completamente desconocido, ya que ningún ser humano que se ha aventurado dentro de uno de estos vórtices ha regresado para contarlo, según teorías de varios investigadores puede ser por que estos vórtices solo sean portales de salida y por lo tanto todo el que intente viajar por ellos moriría al instante, o eso opinan los mas optimistas, yo por mi parte creo que se pueden cruzar, pero aquellos que se han osado a hacerlo, han encontrado un final horrendo a manos de esos monstruos. Pero bueno continuemos con la historia, no tenemos toda la noche y aun queda un trecho largo para que llegues a comprender, amigo mio, el por que nos hayamos en esta situación hoy día.

Zaeros se apresuró a sacar unos pergaminos y piedras de su mochila que coloco encima de un glifo que me hizo dibujar en el suelo, lo mas cerca posible dentro de la zona segura del vórtice. Tras eso e hizo alejarme, vertió unas pócimas encima de las piedras que había sacado y pronunció unas palabras en un idioma desconocido, una vez hecho eso un rayo morado impactó en el pergamino y se mantuvo sobre el, esto hizo que el cielo se aclarara y al cabo de unos minutos, la gran columna de rayos que se alzaba frente a nosotros había desaparecido, dejando paso a un día claro y soleado.

Tras recoger los materiales de sellado, observamos el cráter que había dejado el vórtice y como se extendía algo por debajo del suelo de la plaza, aunque sin alcanzar la profundidad para descubrir los subterráneos en los que se había refugiado la gente. 


miércoles, 27 de noviembre de 2013

Capitulo de Ivy - 10

Finalmente logramos encontrar la manera de entrar a la iglesia, usamos unos tablones como puente desde la ventana de una casa cercana a la iglesia hasta una vidriera rota. Al entrar pudimos apreciar que la puerta principal había sido atrancada usando todo tipo de mobiliario disponible, pero no había nadie dentro y tampoco había signos de lucha ni ningún tipo de sangre, asé que así solo podía significar una cosa, la gente del lugar había huido por algún tipo de pasadizo. Inspeccionamos la iglesia, se trataba de un pequeño templo no muy grande, con una habitación trasera habilitada como vivienda y unos cuantos cuadros, estatuas y el altar, no parecía haber nada ningún lugar por el que los ciudadanos pudieran haber escapado.

Estuvimos varias horas inspeccionando el templo hasta dar con un interruptor en uno de los cuadros, al pulsarlo escuchamos como si una puerta de piedra se abriese, en la sala de atrás pudimos ver como una de las paredes se había movido, dejando paso a unas escaleras que bajaban hacia unos túneles. Cuando terminamos de bajar las escaleras, la puerta se cerró no dejándonos otra opción que adentrarnos en ellos. Se trataba de unos pasadizos subterráneos que al perecer recorrían  toda la cuidad, a demás de ser bastante  laberíntico. Quizás el que los diseño pensó en que si la gente del pueblo escapaba de algún ataque y los atacantes encontraban este sitio, estos se perderían por la infinidad de pasillos, y así fue, nos perdimos, hasta que por casualidad encontramos una puerta metálica. Tocamos y una voz respondió pidiéndonos un santo y seña, nosotros respondimos que no sabíamos la contraseña, pero que eramos de la resistencia y veníamos a ayudarles, la persona del otro lado al principio no quiso abrir, pero tras una larga charla logramos convencerlo y nos abrió. Nos encontrábamos en un refugio, no era mas que una pequeña sala con unas pocas camas y mucha gente asustada, el hombre que estaba en la puerta se trataba de el párroco de la iglesia, un hombre de avanzada edad vestido de negro.

Mientras Zaeros hablaba con el párroco, yo me dedique con ayuda de Neo a atender a los heridos, había micha gente herida, niños que se habían separado de sus padres o algo peor, el ambiente me agobiaba, sabia muy bien por todo lo que estaban pasando, ya nada volverá a ser lo mismo para ellos, el daño que les habían hecho jamas podrá ser reparado, por eso sentía que, debíamos seguir y encontrar la fuente de este sufrimiento. Cuando Zaeros termino de hablar con el párroco nos hizo una señal para que nos acercáramos. Al parecer la iglesia no se trataba la única entrada a los refugios, ni este el único que había, según el mapa que le prestó el párroco, se trataba de una enorme red de túneles que comunicaba siete refugios mas como este y otras siete entradas dispersas por la ciudad, una de ellas, se encontraba en la biblioteca del centro de la ciudad, tras los limites creados por los derrumbamientos, desde ahí podríamos iniciar un ataque sorpresa y tener una oportunidad de cerrar el portal. El párroco también le contó a Zaeros sobre aquella mujer que había en el centro de la cuidad, su nombre era Anna, una mujer de unos veinte años de edad originaria de esta ciudad, unas semanas atrás conoció a un hombre y desde entonces no volvió a ser la misma, su actiúd se había vuelto un tanto extraña, un tanto esquiva salvo para aquel hombre, con el que se la podía ver  de manera frecuente. Todo parecía indicar que ese hombre y ella eran el origen de esta situación.

Dejamos al perro al cuidado del párroco y nos dirigimos usando el mapa hacia la biblioteca, una vez allí, pudimos ver que el hombre que Zaeros había visto antes ya no se encontraba allí y que el numero de demonios había descendido drásticamente, ahora solo había unos seis. También pudimos ver como Anna se encontraba allí, entre los demonios y estos no le atacaban.

martes, 19 de noviembre de 2013

Capitulo de Ivy - 9

Tras el enfrentamiento decidimos descender por un camino mas oculto, nuestra prioridad era llegar lo mas rápido posible a Zeritha y por lo tanto no podíamos arriesgarnos a estar parando cada pocos metros a luchar contra uno o varios demonios, por lo tanto este camino aunque era mas largo y difícil se haría mas rápido. Tras un largo descenso llegamos a un pequeño bosque, al avanzar en este nos encontramos a un grupo de refugiados, se trataba de aldeanos normales y corrientes y un par de guardias que habían tenido que salir huyendo de la tragedia, algunos estaban aun aterrorizados, otros tenían la mirada perdida en el infinito, seguramente habrían visto cosas que jamas debería de ver nadie, pensé para mi mismo mientras apretaba mi bastón con ira. Cerca del centro del campamento se encontraba soldado que parecía ser el de mayor rango y líder del grupo, hablamos con el y le proveímos con algunas medicinas y víveres que habíamos traído con nosotros. Tras entregarles lo que pudimos reanudamos la marcha hacia Zeritha, aunque aquel hombre intentó detenernos no podíamos escuchar su petición, debíamos cerrar el portal de Zeritha antes de que la cosa fuera a peor.

Viajamos por el bosque hasta salir de el junto a un río a pocos metros de Zeritha o mejor dicho lo que quedaba ella, reducida a unas ruinas humeantes en las que se podía observar un enorme vórtice de color morado el que de vez en cuando lanzaba rayos del mismo color los alrededores de la ciudad estaban infestados de demonios, no podíamos acercarnos sin ser vistos, así que decidimos ir ocultos en el río envueltos en un hechizo de aire, por suerte la corriente del río no era muy fuerte así que no tardamos mucho en avanzar por el, tras un tiempo caminando por el fondo salimos en mitad de la ciudad, y nos ocultamos en una casa que estaba en unas condiciones aceptables dentro de lo que se podía esperar, allí descansamos mientras me recuperaba, ya que un hechizo de ese calibre es muy difícil y cansado de utilizar y con todo el tiempo que había estado usándolo a penas me podía mantener en pie. Neo y Zaeros exploraron la casa, según me dijeron, se trataba de una casa de dos plantas, la segunda era inaccesible por culpa de los escombros y en la de abajo en una de las habitaciones había varios cadáveres mutilados y con todo el interior esparcido por toda la sala. Tras varias horas de descanso me logre recuperar y pudimos continuar con nuestra misión, nos fuimos acercando al portal lo mas sigilosos que pudimos, escondiéndonos tras cualquier callejón, pila de escombros y así hasta que nos dimos cuenta de que todos los accesos al centro de la ciudad estaban cortados por escombros, era mas que obvio que había alguien detrás que no quería ser molestado, ya que los demonios no suelen comportarse así, lo se de primera mano, lo normal es que simplemente arrasen con todo y después se desperdiguen por el mundo acabando con todo aquello que encuentren en su camino dejando tras de si una puerta abierta para que mas de los suyos accedan a este mundo. Todos estábamos de acuerdo en que esto no era normal, así que lo hablamos y decidimos buscar una forma alternativa de llegar hacia el vórtice, no sin antes intentar echar un vistazo a lo que había dentro, así que Zaeros escaló la pila de escombros que se encontraba en frente nuestra mientras nosotros vigilábamos por si aparecía algún demonio por detrás. 

Lo que Zaeros pudo observar fue a un hombre y una mujer hablando junto al vórtice, y como este le entregaba algo a ella, a demás pudo ver a una gran cantidad de demonios que se encontraban vigiando. Cuando bajo de la pila de escombros y ras contarnos lo que había visto empezamos a buscar por la ciudad un acceso al centro que no estuviera taponado. Tras un largo periodo de búsqueda dimos con la iglesia de la ciudad, esta estaba tapiada y cerrada a cal y canto, al parecer o había supervivientes dentro o algo mas, llamamos a la puerta y nos identificamos como miembros de la resistencia que habían venido a ayudar, pero no hubo respuesta, así que buscamos la manera de entrar sin llamar la atención de los demonios que vigilaban la zona, mientras buscábamos, Neo se separo del grupo, al parecer había escuchado algo en uno de los callejones, allí, se encontró con un demonio que estaba jugando a asustar a un pobre perrito con una pata atrapada en los escombros, el demonio le estaba atacando con sus garras y el pobre perro hacia lo que podía por esquivarlo, Neo aprovechó que estaba distraído y le cortó la cabeza al demonio de un solo tajo lo que hizo que esta rodara hasta convertirse junto a resto del cuerpo en cenizas, Neo libero al perro y regresó cuando lo vimos venia con un cachorro entre los brazos, de color negro con el hocico, patas y parte inferior blancas, el pobre estaba ta asustado que solo se acurrucaba en los brazos de Neo y sollozaba.  

martes, 12 de noviembre de 2013

Capitulo de Ivy - 8

Tras eso pasaron un par de semanas tranquilas en nuestra aldea, durante esas semanas estuve analizando pergaminos y demás documentos que hayamos en el laboratorio de quimeras, tras las cuales no pude sacar mucho en claro, ya que los documentos mas antiguos no trataban mas que de trucos para vender y timar a la gente con ungüentos y pócimas que no servían para nada y los de mas adelante no eran mas que garabatos sin desorden, propios de una mente corrompida y desquiciada, solo se salvaban algunos que hablaban de el encuentro entre "alguien" y este hombre, y como el creyó que su mente se aclaró después de tomar la pócima que este le había entregado, también pude entender el método por el cual creaban las quimeras, pero no quiero aburrirte con los detalles. No negaré que el encuentro entre Marvin Shermond y ese "alguien" me tenia intrigado, pero no había muchas mas pistas en lo que pudimos rescatar de su laboratorio.

Una mañana cuando ya estaba harto de esos documentos llegó un visitante inesperado a la aldea, al rededor suya se formó un gran alboroto ya que, este visitante llegó gravemente herido y se desmayó en mitad del pueblo, lo acogimos en nuestra casa, puesto que yo era lo mas parecido a un medico que había en la aldea, ya que esta era bastante modesta y pequeña.

Su estado era un estado critico, tenia heridas por todo el cuerpo, como si una especie de animal con garras muy afiladas le hubiera atacado, a demás también tenia marcas de mordeduras repartidas por la parte superior de el torso, por lo visto logro escapar a duras penas de lo que fuera que le atacó y vagando llego a este pueblo. A los cuatro días despertó, y pudimos hablar con el nos contó que venia de Zeritha una ciudad que esta a unas horas de camino tras descender la ladera de la montaña, según nos contó en su ciudad se había abierto un portal demoníaco, el logro escapar de la ciudad y tras un día vagando llego aquí de casualidad, no sabia nada mas de como había evolucionado la situación en la cuidad ni si alguien mas había sobrevivido. 

Tras hablar con el un mal recuerdo regresó a mi mente y un escalofrío recorrió mis espalda, aunque logre disimularlo y entonces Zaeros Neo y yo nos fuimos fuera de la habitación para hablar, tras un rato discutiéndolo, decidimos que lo mejor seria bajar a Zeritha y cerrar el portal antes de que la cosa vaya a peor y a demás en el peor de los casos, que los demonios descubrieran la aldea, también decidimos mandar un mensajero hacia el cuartel general de la resistencia en cuanto bajáramos del pueblo, una vez decidido todo, nos despedimos de nuestro invitado quien intentó detenernos y le dejamos al cargo de unos vecinos , tras eso cogimos nuestras cosas y nos pusimos en marcha.

Mientras descendíamos la montaña a lo lejos podíamos apreciar una columna de humo en la dirección donde se supone que debería estar Zeritha, no tuvimos mucho tiempo de admirarla, ya que tras poco tiempo descendiendo vimos un ser negro de ojos rojos, su altura seria poco mas que la de una persona normal, de garras afiladas y un  aura tenebrosa al rededor suya, se trataba de un demonio que se había alejado de el portar, no podíamos dejar que siguiera avanzando, si lo hacia llegaría a la aldea a demás ya se encontraba corriendo hacia nosotros con su garra derecha en alto, pude conjurar un muro de hielo del grosor de un puño en frente nuestra, este muro logro frenarle durante un momento mientras Neo y Zaeros corrían cada uno hacia direcciones opuestas, cuando rompió el muro de un garrazo, Zaeros le lanzó una flecha que quedo incrustada en su espalda mientras Neo por la izquierda asestaba un golpe con su espada en el costado del demonio. Este callo al suelo e intentó levantarse, pero antes de que se levantara murmuré unas palabras, y los trozos de hielo que habían quedado esparcidos y rotos por el suelo se estiraron formando estacas que le empalaron, y tras unos momentos de agonía, dejo de moverse para después convertirse en un montón de cenizas. 
  

martes, 5 de noviembre de 2013

Capitulo de Ivy - 7

Cruzamos la puerta y nos encontramos con una sala enorme, en ella había jaulas con quimeras en el fondo y tres altares con runas inscritas, en el altar del centro estaba Zaeros, a su derecha un altar con un águila atada y en el otro un caballo, cerca del altar del caballo se encontraba el hombre al que habíamos estado siguiendo, se trataba de un hombre alto, vestido como un mercader ambulante, de ropas no muy cuidadas y manchadas de su propia sangre por culpa de la herida asestada por Neo.

Al vernos se sorprendió, aunque la sorpresa duro mas bien poco, su expresión tranquila tornó en una demente sonrisa y comenzó a reír como un maníaco, cuando ceso de reírse exclamó "Vaya parece que tenemos aquí mas ingredientes, y encima han venido por si mismos" tras decir eso murmuró algo y con un movimiento de muñeca hizo aparecer una luz que abrió una de las jaulas del fondo, de ella salieron tres un monstruos con cuerpo de lobo, cabeza de ciervo y cola de serpiente, a demás sus facciones faciales recordaban  a las de un humano pero con la dentadura del lobo.

Estos monstruos se acercaron hacia nosotros, uno intento embestirnos aunque pudios esquivarlo, Neo y yo nos separamos y cada uno corrió hacia una dirección diferente de la habitación, yo evitaba a los enemigos conjurando en su camino una capa de hielo y Mientras Neo se enfrentaba a dos de ellos con su espada, logré acercarme a Zaeros pero cuando fui a liberarlo un fuerte viento me empujó hacia atrás, lo que hizo que me estrellara contra el altar del águila, aquel hombre me había atacado con un hechizo de viento y a demás se me acercaba una quimera a terminar de incrustarme en el altar con su asta, lance una bola de fuego en mi intento de defensa frente al ataque, lo que desorientó a la quimera y la hizo estrellarse contra otro altar a mi derecha, este se quebró por el fuerte golpe y quedo hecho un amasijo de piedra.

Mientras tanto neo luchaba contra dos quimeras a la vez, cuando una de ellas fue a embestirle el se agacho y aprovechó el impulso de la fiera para hundir su espada en su cuello y así hacer que esta cayera al suelo y se retorciera hasta morir cubierta por su propia sangre. En eso Neo perdió de vista a la otra criatura y esta corrió hacia la pared, saltó hacia ella y usando el impulso de abalanzó sobre Neo que recibió un golpe por la espalda que lo tiro al suelo e hizo avanzar hacia la pared contraria.

Yo por mi lado me levanté y remate a la criatura con una estaca de hielo, Tras hacerlo me di la vuelta y pude ver que una descarga eléctrica se dirigía hacia mi, tuve el tiempo justo para conjurar un débil escudo que desvió gran parte del conjuro, aunque no recibí gran daño no fui capaz de moverme tras el ataque, mi adversario se acercó a mi daga en mano, se colocó frente a mi y se dispuso a clavármela cuando la espada de Neo emergió de su pecho, el hombre dejo caer la daga y acto seguido la espada se retiró con lo que el hombre calló muerto al suelo.

Tras el enfrentamiento Neo me ayudo a levantarme y liberamos a Zaeros, después, pusimos fin al sufrimiento de las pobres quimeras, investigando mas a fondo los documentos hayamos un diario, este pertenecía a Marvin Shermond, El hombre que yacía en el suelo en estos momentos, Se trataba de un viejo vendedor ambulante de poca monta que un día llegó a este pueblo, al parecer tras varias semanas sin mucho éxito contactó con alguien, no se detallaba su nombre ni procedencia, ese alguien le proporcionó un brebaje que con el cual podría usar la magia aun sin hacer entrenado en su vida, como ya sabrás amigo mio, esa pócima es ilegal en todo Naevith ya que uno de sus efectos secundarios mas conocidos es la perdida total de la cordura. Al parecer desde ese encuentro el pobre hombre fue descendiendo por una espiral de decadencia , la cual le llevo a experimentar con los viajeros que pasaban por el pueblo, a demás empleaba artes oscuras para manipular la mente de los aldeanos y convocar a esas criaturas desde su sombra, que usaba para espiar el pueblo en busca de "Ingredientes" para sus experimentos.

Finalmente recuperamos nuestras cosas y recogimos pruebas suficientes para informar a los altos cargos de la resistencia, esperamos un día y una noche en el bosque, hasta que se pasara el efecto del maleficio usado sobre las gentes del pueblo que desaparecía al alba del día siguiente de ser lanzado. Tras la espera regresamos al pueblo para recoger nuestras cosas, esta vez fue como cuando llegamos por primera vez, los lugareños si parecían gente de verdad con sus diferencias y particularidades cada uno, a demás no recordaban nada de lo que había pasado los últimos días. Tras recoger nuestras cosas y pagar en la posada, partimos rumbo a casa.


martes, 29 de octubre de 2013

Capitulo de Ivy - 6

A la mañana siguiente observamos el pueblo, parecía todo como el día anterior, así que decidimos entrar en el y e intentar hablar con alguien, aunque esta vez sin separarnos, no paso absolutamente nada, la gente aunque daba la misma sensación que el día anterior no parecía hostil en absoluto, es como si la noche anterior jamás hubiera ocurrido para ellos.

Regresamos al bosque hasta que anocheció, una vez anochecido nos ocultamos en el mismo lugar que la noche anterior y proseguimos a observar, los aldeanos se reunieron otra vez en la plaza, esta vez a demás por la ciudad rondaban unas extrañas criaturas que median mas o menos la mitad que una persona, se trataba de unos seres negros, constaban de un ojo recubierto por detrás de piel con pelo de la que salían tres patas negras muy finas, parecía que nos estaban buscando.

Finalmente y tras una larga espera apareció aquel hombre, esta vez pretendíamos a tenderle una emboscada, así que nos separamos para atacarle desde diferentes ángulos, Neo y yo nos posicionamos cada uno en su respectiva posición esperando la orden de Zaeros, pero de repente todas las criaturas que estaban mirando dirigieron la mirada hacia el y sin darle tiempo a reaccionar varios se le engancharon al cuerpo atándolo con sus patas e inmovilizándolo, esas criaturas lo condujeron hacia la plaza, junto al hombre quien le hecho un vistazo, hizo un gesto a la criatura y esta lo introdujo en el carruaje.

Le hice una señal a Neo, mi intención era lanzar un hechizo para distraerlos y que el pudiera salir aprovechando que estaban centrados en mi, así que conjuré tres rayos que se dirigieron cada uno hacia uno de esos monstruos y los convirtieron en ceniza con lo que los demás se abalanzaron sobre mi para agarrarme, en lo que Neo salio de su escondite cargando contra aquel hombre y aunque frenado por la multitud logro asestarle un tajo en el pecho, aunque no muy profundo pero lo suficiente para hacerle retroceder. Tras el ataque el hombre retrocedió y se introdujo en el carro, jcuando hizo esto todas las criaturas saltaron hacia el y desaparecieron dentro de su sombra.

Con bastante esfuerzo logramos alcanzar al carro antes de que saliera del pueblo y engancharnos al el mientras avanzaba a trabes de un oscuro sendero del bosque, cada vez a mas velocidad, tanta que parecía imposible para los dos caballos que tiraban de el. A duras penas aguantamos agarrados, cuando paró nos escondimos tras el mismo y pudimos apreciar como una criatura como las anteriores pero mas grande y con nueve patas cargaba con un inconsciente Zaeros hasta el interior de una cueva, seguida por aquel hombre en el que se podía apreciar que tras de si dejaba un rastro sangriento.

Al poco de que se adentraran en la cueva los seguimos, no fue muy difícil hallar el camino ya que podíamos seguir el rastro de sangre, a demás la cueva estaba iluminada por antorchas  de fuego mágico, este que es morado y no se apaga mientras detecte presencia humana, pues ese mismo, a demás toda la gruta estaba plagada de jaulas, algunas contenían animales del bosque o domestico, aunque la mayoría de ellas estaban vacías. o tenían restos de sangre. Con forme nos adentramos descubrimos un pequeño laboratorio con una mesa de operaciones y órganos en formol, tanto animales como humanos, también había diferentes frascos con hiervas o minerales, todo parecía indicar que estos restos eran los viajeros que habíamos venido a buscar y por lo tanto Zaeros estaba en peligro.

Seguimos avanzando, la siguiente sala daba a un pasillo y este a una puerta enorme que estaba entre abierta, miramos y pudimos ver a Zaeros tumbado en una especie de altar y también podíamos apreciar el sonido de como alguien se movía en el interior de la sala de un lado para otro, como preparándolo todo para una especie de ritual, Neo y yo nos miramos y nos dispusimos a entrar dispuestos a enfrentarnos a aquel tipo y recuperar a Zaeros.


martes, 22 de octubre de 2013

Capitulo de Ivy - 5

La noche pasó sin muchos percances, aunque me costo dormir no pasó nada significativo.Al despertarme cogí mis cosas y me reuní con mis compañeros en el piso de abajo. Mientras nos servían el desayuno discutíamos sobre que hacer, al final decidimos que lo mejor seria separarse y buscar información ya fuera en la gente o los alrededores del pueblo.

En principio intenté hablar con la gente del pueblo, pero si a que no soy muy buen orador le sumamos que esta gente parecía bastante extraña, de hecho era como si fueran totalmente cerrados a los extranjeros, no logre sacarles mucha información así que me decidí mejor a explorar los alrededores del pueblo. 

Se trataba de un pueblo pequeño y pobre, las gentes de este sitio vivían de la caza y algunos cultivos a las afueras, pero salvo esos detalles sin importancia, no parecía haber nada mas. 

La mañana paso y nos reunimos de nuevo, al parecer no era el único que había notado extraños a los aldeanos, es mas Zaeros que se dedicó mas en profundidad a intentar sacarles información notó como si no solo ocultaran algo si no que a demás, daba la sensación de estar hablando siempre con la misma persona. 

Tras exponer los hechos nos dirigimos a otra infructuosa tarde de investigación, al caer la noche parecía parecía que habíamos caído en un punto muerto, que no lograríamos nada ahí. Paso el tiempo y regresamos a nuestras habitaciones, cuando llegue a la mía, esta vez si que note lo que estaba pasando, era mas que evidente y habría que estar ciego para no verlo, Todas las paredes, la cama y la mesa estaban desgarradas, es como si algún animal rabioso hubiera estado enfrentándose con todo el mobiliario, a demás las cosas que había dejado en la habitación habían desaparecido. Salí al pasillo y me encontré con Zaeros y Neo, al parecer ellos también habían sido victimas de la misma suerte.

Aunque en ese momento no le preste atención la posada estaba demasiado tranquila, como si no hubiera nadie en todo el edificio. Bajamos a la calle y nos encontramos a toda la gente de la aldea reunida en la plaza del pueblo, estaban de rodillas frente a al pozo. cuando nos acercamos a ellos, intentamos entablar conversación con uno de ellos, aunque fue en vano, es como si no pudieran vernos ni escucharnos.

Tras largo rato intentándolo uno de ellos se levantó y se giro hacia nosotros entonces poco a poco todos lo hicieron y comenzaron a acercarse, con la mirada vacía, como poseídos fueron rodeándonos, nosotros tomamos posición defensiva y nos preparamos para lo que parecía ser una inminente batalla.

El primer aldeano se lanzó hacia Neo, este lo repelió con su espada y lo lanzo hacia la multitud otra vez, se fueron sucediendo los ataques de los aldeanos uno tras otro, los evitamos como pudimos intentando causar el menor daño posible en estas gentes, después de todo era mas que evidente que no estaban haciendo esto bajo su voluntad. Cuando logramos abrirnos hueco entre los aldeanos huimos hacia las afueras de la ciudad, y nos ocultamos de manera que pudiéramos observar lo que pasaba.

Los aldeanos estuvieron varias horas buscándonos hasta que finalmente desistieron y se reunieron otra vez todos. Pero esta vez no estaban solos, había alguien mas, un hombre que no encajaba en este pueblo, vestía como si fuera el típico vendedor que viaja de pueblo en pueblo vendiendo ungüentos, pócimas y demás porquerías que no sirven para nada. Esta gente desprestigia mucho nuestro trabajo como magos ya que dicen vender pócimas y remedios fabricados por nosotros pero es solo un truco para aumentar sus nada mas.

Este hombre parecía estar entregando algo a toda la población, no pudimos distinguir de que se trataba ni por que lo hacia ya que la oscuridad de la noche y el angulo en el que estábamos no lo permitía así que simplemente observamos, cuando terminó se subió a un carro y se fue, intentamos seguirlo pero se desvaneció en la oscuridad de la noche, con esto los aldeanos regresaron a sus casas. Nosotros observamos durante un tiempo mas la situación y al ver que ya no pasaba nada mas decidimos buscar un sitio escondido en el bosque y descansar allí. 

jueves, 17 de octubre de 2013

Capitulo de Ivy - 4

 Desde aquel fatídico día ha trascurrido ya una década, durante la cual vivimos con Zaeros, en el momento de recogernos este recién habría cumplido sus dieciocho años, se dedicaba a viajar por diferentes ciudades y reinos arrasados en busca de supervivientes como Neo o yo en a los que recogía y traía a una pequeña aldea sin nombre en mitad de las montañas al norte de este continente, Valdrassil. Como no logró encontrarnos una familia decidió hacerse cargo de nosotros, Zaeros era un hombre de cabello castaño como por la altura de los hombros, era mas alto que yo aunque mas bajo que Neo actualmente, era bastante hábil con el arco y solía salir mucho a cazar, a demás formaba parte de la resistencia y al igual que nosotros ahora su objetivo fue luchar contra los demonios que asolan el mundo.

He de admitir que durante esos diez años me costó  mucho abrirme a los demás, después de todo lo que había ocurrido no sentía las fuerzas para seguir adelante, incluso enmudecí debido a ese hecho, eso fue cambiando gracias a la ayuda del otro joven rescatado por Zaeros, Neo. Creo que ya lo conoces, es aquel de allí, el alto de la armadura que tiene el pelo largo y de color negro.

Siempre fue un chico impulsivo y poco prudente, si tenia que hacer algo simplemente lo hacia, es como si no pensara las consecuencias, o mas bien como si no le importaran, gracias a que es muy perseverante logre empezar a hablar con alguien y a volverme como soy ahora, en fin pero vamos poco a poco

Durante esos diez años vivimos tranquilamente en esa aldea. Neo y yo nos dedicamos a perfeccionar nuestras habilidades de combate a espaldas de Zaeros con el objetivo de ingresar en la  resistencia. Asi poco a poco el fue convirtiéndose en un gran espadachín y yo en un mago experimentado. Transcurrieron los años y finalmente pudimos entrar en la resistencia.

Transcurrieron varios días desde nuestro alistamiento, y ocurrió algo que ya nos era familiar por aquel entonces, pero esta vez seria algo diferente, un mensajero toco la puerta, le comunico algo a Zaeros y se fue. Tas cerrar la puerta se dio la vuelta nos miro y nos dijo que cogiéramos nuestras cosas, era hora de partir teníamos trabajo. Emocionados Neo y yo cogimos nuestro equipaje que se trataba poco mas que de una vieja espada, un bastón y algunos víveres y partimos.

Descendimos montaña abajo durante una hora, cruzamos praderas, y bosques hasta llegar a nuestro destino, se trataba de un pequeño pueblo a orillas de un lago, parecía normal pero se notaba algo raro en el ambiente, aun así lo primero que hicimos fue dirigirnos a la posada local, para conseguir alojamiento. Tras hacerlo nos dirigimos a nuestra habitación allí Zaeros nos explico la situación. Nos encontrábamos allí gracias a que rumores han llegado hasta los oídos de los altos cargos de la resistencia. Se dice que en esta zona hay un pueblo en el que los viajeros desaparecen sin mas, sospechábamos de actividad demoníaca por la zona así que nuestro deber era investigar. Una vez terminada la charla salimos de la habitación y bajamos a cenar.

La cena en la taberna de la posada transcurría normal, lo que mas destacaba eran varios borrachos que se dedicaban hacían algo de ruido, pero nada relevante. Pasaron las horas y el sitio se vació, como ya era tarde regresamos a nuestras habitaciones. Al entrar en la habitación pude notar que algo había cambiado, no sabia de que se trataba pero sentía algo. Inspeccione la habitación entera pero no di con que se trataba finalmente deje de percibirlo y me fui a dormir intranquilo.

martes, 8 de octubre de 2013

Capitulo de Ivy - 3

Día 3 (domingo)

Nos volvimos a reunir en el parque cerca de la biblioteca, esta vez ambos grupos nos dirigiríamos hacia el colegio, tras el ultimo encuentro, sabia que la clave estaría allí, lo sabia, y pero mi estupidez no me permitió ver que seria el principio de todo o mas bien debería decir el final. Mejor dejo de divagar y no adelanto acontecimientos.

nos dividimos de forma que mi grupo se dedicaría a buscar por las zonas al aire libre, principalmente la misteriosa cabaña que hayamos la ultima vez, el otro grupo por el interior de los edificios en busca de mas pistas o artefactos como aquel altar.

tras adentrarnos un poco en el bosque pudimos apreciar de nuevo la cabaña, ahí estaba, imponente y completamente hermética. Tras varios minutos examinándola a fondo un compañero encontró una hendidura en la que parecía encajar la piedra, y en efecto encajaba, al introducirla pudimos apreciar un estruendo que provenía desde la parte trasera de la cabaña, como si algo se moviera. Fuimos a ver y donde antes solo se encontraba una pared rocosa ahora había unas escaleras que conducían hacia abajo. Todos estábamos un poco nerviosos por que recordábamos la pelea del día anterior y nadie nos aseguraba que no hubiera tras criatura de esas al bajar las escaleras. 

Tras un rato deliberando decidimos bajar, las escaleras eran bastante estrechas, así que tuvimos que bajar de uno en uno, yo encabezaba el grupo. La bajada fue bastante larga, pero al final llegamos a una puerta de madera, me dispuse a abrirla y para mi sorpresa se encontraba abierta aunque tras ver lo que había detrás la sorpresa fue aun mayor, nos encontrábamos en un laboratorio, había grandes tubos a ambos lados de la habitación, mesas y equipamiento científico, también había documentos desperdigados por toda la sala de repente una compañera gritó y callo al suelo, todos nos giramos pero no parecía que la hubieran atacado, si no mas bien había visto algo dentro de un tubo de los que había al rededor de la sala, su cara expresaba horror y miedo. Cuando me acerque a ver lo que pasaba lo vi, en el tubo frente a mi se encontraba una criatura como la que nos atacó el día anterior, no parecía activa si no mas bien dormía plácidamente en un liquido verde. 
Un escalofrío me recorrió la espalda en ese momento, tuve ganas de salir corriendo, cerrar el sitio y no regresar jamas, pero estaba al fin frente a algo, esto ya no eran tonterías y conspiraciones en la viva imaginación de unos niños, no, esta vez era real habíamos dado con la clave del misterio, alguien estaba experimentando con esas criaturas y se trataba del culpable de todas las muertes y desapariciones del caso, ahora no podía echarme atrás, tenia que seguir y eso me hizo esbozar una sonrisa de emoción.

Tras ver eso muchos querían irse a casa pero los convencí de que debíamos seguir, aun nos quedaba la puerta del fondo de la sala por explorar, ya no podíamos dejarlo, y menos ahora que teníamos pruebas solidas en nuestras manos. Finalmente nos armamos de valor para continuar y abrimos la puerta, se trataba de una sala mas pequeña y cuadrada, muy simple y sin decoración en las paredes lo único que destacaba era un altar en mitad de a habitación , el altar tenia una hendidura del tamaño de la piedra,y un circulo que desconocíamos en el suelo.

Sin pensarlo dos veces introduje la piedra en el altar, de repente un rayo morado impacto en mitad impactando en el altar, a este le siguió una ráfaga de viento que me lanzo contra la pared, esa ráfaga formo un remolino y de el salieron un numero muy grande de aquellas criaturas.

Muchos intentaron huir otros intentaron hacerles frente con hechizo ofensivos pero uno a uno fueron cayendo descuartizados frente a mi, pude ver como les agarraban con sus garras y acto seguido les mordían en el cuello arrancándoles así la cabeza para después masticarla, otros no tenían tanta suerte y morían de maneras mas lentas y dolorosas, es como si, estuvieran jugando con ellos. En mitad de la masacre pude notar como el otro grupo llegaba, no para acabar con la amenaza, si no para correr con la misma suerte.

Y no pude hacer nada, nada mas que estar tirado en una esquina, con la suerte de que no se percataron de mi presencia, si lo se ahora pensaras que soy un inútil y un imprudente, tranquilo, no te falta razón en aquella época lo fui y eso le costo la vida no solo a mis amigos, si no que destruyo todo aquello que yo quería y conocía ya que como habrás podido deducir esas criaturas no era otra cosa mas que los demonios que aun hoy en día pueblan nuestro mundo, es cierto que en esa época ya se habían extendido hacia varias décadas por todo Naevith pero esa cuidad no estaba preparada ya que como dije al principio estaba hecha para estar aislada del mundo. Bueno continuare con mi relato

Durante la masacre pasó algo extraño, mientras veía que mis compañeros eran masacrados pude verme a mi mismo, me vi pero no estaba solo, frente a mi había una sombra esa sombra me hablaba y me dijo lo siguiente "Eres patético sabes, todos aquí sufriendo una muerte horrible y tu ahí, tirado sin hacer nada jeje esta bien yo te ayudaré, de todas maneras si mueres aquí yo también moriré" tras eso tengo una pequeña laguna mental, y recuerdo pocas cosas. solo se que mi cuerpo se levanto solo y empezó a atacar con una fuerza y conjuros que yo ni tenia ni sabia, lo poco que recuerdo era como ser una bestia sedienta de sangre creo que no solo maté a muchos demonios, si no que también a los pocos amigos supervivientes que quedaban aunque no estoy muy seguro solo se que no pude cuando fui a atacar a uno de ellos que parecía ser el líder me lanzó de un garrazo contra la pared y entonces perdí la consciencia durante unos segundos. cuando desperté ese demonio estaba frente a mi, con su cara a pocos centímetros de la mía podía notar su aliento en mi cara, entonces comenzó a hablar, esas palabras se gravaron a fuego en mi mente y las recuerdo perfectamente, lo que me dijo fue "Bravo joven, veo un potencial bastante interesante, me gustaría ver en que desemboca a demás, he de agradecerte el hecho de que sin ti jamas podríamos haber atravesado esa maldita barrera, te permitiré vivir considérate afortunado".

Lo siguiente que recuerdo es estar en mitad de unas ruinas humeantes, sentado con la mirada perdida completamente traumatizado no se cuantas horas estuve allí sin moverme solo se que un viajero llamado Zaeros que viajaba junto a otro joven de mi edad llamado Neo me recogieron, pase los siguientes años en un poblado bastante pobre, en el que en principio no hablaba con nadie, de hecho no hacia mas que estar en un rincón sin hablar y quieto, poco a poco fui mejorando gracias a la insistencia de Neo y Zaeros. Al fina me uní al grupo de resistencia al que pertenecían ellos, con un único objetivo objetivo era solo uno, acabar con aquel demonio que me lo arrebato todo y vengarme de una vez por todas. y así fue como comenzó mi viaje

martes, 9 de julio de 2013

Capitulo de Ivy - 2

Día 2 (Sábado)

Al día siguiente, nos reunimos en un parque cercano a la biblioteca de la ciudad, estábamos dispuestos a continuar con la investigación, así que tomamos la decisión de dividirnos en dos grupos, el primero se encargaba de seguir buscando pistas por el resto de la cuidad, mientras que el segundo se dedicaba a buscar información útil en los registros de la biblioteca.

Así fue mi grupo fue el encargado de investigar por toda la ciudad,en un principio recuerdo que regresamos hacia el bosque, al lugar donde dejemos ayer la búsqueda, allí llegamos al lugar de las manchas de sangre las que, lógicamente, ya estaban secas, no encontramos mucho mas que la ultima vez, así que tras deliberar un tiempo decidimos que era hora de investigar el otro rastro de huellas, aquel que se dirigía hacia el colegio-

No nos costó mucho seguirlo de hecho surgieron varias bromas sobre como habría sido mas fácil ir por aquí ayer en vez de por el otro lado, finalmente el rastro conducía hacia una puerta antigua, ese puerta servia de entrada a un antiguo edificio, en el ya no se impartían clases, se usaba de trasero de desechos y sobras de diferentes experimentos, cualquier alumno sabia muy bien que se enfrentaba a una expulsión directa si se le encontraban en su interior sin autorización de un profesor. Aunque a nosotros nos pareció muy sospechoso y decidimos arriesgarnos a entrar, a demás al tratarse de fin de semana habría mucha menos vigilancia.

Nos adentramos en aquel viejo edificio y procedimos a inspeccionar las antiguas aulas, no parecía haber nada extraño en ninguna de ellas solo diferentes frascos de colores, cosas para hacer magia y grandes cantidades de polvo, tras varias horas sin lograr hallar nada en ninguna planta encontramos una estantería que parecía haber sido movida recientemente, al fin habíamos dado con algo, pero debíamos encontrar la manera de abrir la estantería. No paso mucho tiempo antes de que un miembro de nuestro grupo tropezara y al intentar apoyarse deslizara la pizarra del aula hacia la derecha, fue todo un golpe de suerte sin duda ya que la estantería se deslizó hacia la derecha y logramos acceder a la sala oculta.

se trataba de una sala bastante pequeña, sin apenas decoración mas que un altar en mitad de la sala rodeado de un circulo mágico que supimos reconocer todos al instante, se trataba de un de transporte, usando el conjuro adecuado a modo de contraseña este tipo de hechizo se activa y permite al usuario transportarse a otro lugar ya establecido, el transporte se puede dar en ambos sentidos, tratándose por lo tanto de un portal de entrada y salida, podría explicarte mas detalles sobre este hechizo pero no quiero aburrirte con teorías y mecanismos de la magia a parte de que no me encuentro aquí para impartir clases si no para contarte mi historia así que prosigamos pues.

Al entrar en la sala pude apreciar como la piedra reaccionó, de hecho empezó a indicar hacia una dirección,
salimos fuera del colegio y seguimos el haz de luz que desprendía la piedra, este conducía a una zona bastante alejada del bosque. Cuando por fin llegamos hacia donde nos guiaba la piedra nos encontramos con una cabaña de piedra pura, no tenia ventanas, no tenia puerta, nada mas que eso piedra en forma de cabaña, al final desistimos de intentar entrar a esa cabaña de roca por que se nos hacia tarde, debíamos reunirnos con el otro grupo y exponer todo lo que habíamos descubierto ambos ese día.

Durante el camino de regreso, antes de salir del bosque tuvimos un encuentro inesperado, ahí estaba, una de esas criaturas, de piel oscura, ojos en sangre, garras por manos y pies y caminando a cuatro patas. En ese momento parecía no habernos visto, pero en cuanto lo perdimos de vista salto hacia nosotros desde la maleza, nos defendimos como pudimos, para hacerle retroceder, entre los cuatro usando los hechizos aprendidos en clase fuimos capaces de hacer que huyera, probablemente solos ninguno habría tenido oportunidad frente a semejante oponente.

Nos reunimos en el parque frente a la biblioteca, el otro grupo nos estaba esperando cuando llegamos, puesto que nos habíamos retrasado con el enfrentamiento, tras varias disculpas comenzamos a exponer lo que habíamos encontrado cada uno. Según los antiguos libros de la biblioteca estos seres son demonios, habitan en el mundo exterior y son extremadamente peligrosos, pueden acabar con ciudades enteras en unas horas, al parecer la barrera que rodea la ciudad nos protege de esa amenaza permitiendo una vida propera y pacifica aquí dentro. No parecía haber mas información en la biblioteca sobre el tema así que tras despedirnos nos dirigimos cada uno a nuestras casas ya que la investigación continuaría el siguiente día.

martes, 2 de julio de 2013

Capitulo de Ivy - 1

Vivía en una ciudad barrera en la que predominaba la magia, tenia solo unos 7 años, no sabia nada de lo que había en el exterior de la ciudad mas que habladurías de demonios monstruos y demás cuentos para asustar a los niños. En esa época yo era un estudiante de la escuela de magos mas prestigiosa de la ciudad, aunque no destacaba por mis buenas notas, mas bien pasaba el día con mis amigos de un lado para otro persiguiendo una organización imaginaria a la que culpábamos varias muertes y desapariciones que habían empezado a ocurrir en la ciudad desde hacia unos meses y, según pensábamos, pretendía acabar con la ciudad a demás de que de algún modo creíamos podría estar vinculada a nuestro colegio. Dulce inocencia la nuestra en aquellos tiempos, déjame contarte como empezó todo, aunque puede llevarme un tiempo explicártelo, comencemos por aquellos tres días.

Día 1 (viernes)

Recuerdo que al salir de clase ese día me dirigí a casa . Se trataba de una casa típica de esta ciudad, unas dos plantas, de color grisáceo y un par de ventanas en cada planta. Como tenia algo de prisa decidí tomar el atajo del bosque que se encontraba cerca del colegio así que crucé por donde siempre y sin darme cuenta le di una patada a algo. Se trataba de una extraña piedra verde brillante, de esta emanaba un poder misterioso que me impulsó a cogerla. Seguro que esto es una pista para desvelar el misterio de las desapariciones, pensé para mi, Así que me la guarde en mi bolsa y me seguí mi camino.

Una vez en mi casa encontré a mi familia en la puerta y a demás de mi padre, madre y hermano había una persona mas, se trataba de un viejo amigo de mi hermano su nombre es Urzax si mal no recuerdo mal, me estaban esperando en la puerta para que pudiera despedirme de mi hermano, que ese día se disponía a emprender su viaje por el mundo exterior, siempre fue su sueño viajar y conocer gente y ese sueño se acrecentó cuando conoció a Urzax quien compartía su mismo sueño y  seria su compañero de aventuras desde ese momento. Por cierto mi hermano y yo nos parecemos bastante, ambos tenemos el pelo y los ojos color esmeralda, la nariz mas bien pequeña y una boca ni muy grande ni muy pequeña, aunque en esa época el era bastante mas alto que yo pero claro el acababa de cumplir la mayoría de edad  y yo aun era un renacuajo, en fin que me voy por las ramas, Urzax y mi hermano partieron tras la barrera al poco de despedirse.

tras ese suceso fui a reunirme con mi grupo de amigos para enseñarles lo que había encontrado, estuvimos analizando con los hechizos que sabíamos hasta que al fin uno dio resultado, esa piedra parecía contener información sobre unas criaturas que no habíamos visto jamás ni siquiera en nuestros libros, eran de un aspecto bastante grotesco y monstruoso y una especie de mensaje en un idioma extranjero. 

Al observar esto todo el grupo, por cierto eramos ocho, cinco chicos y tres chicas, entre las que se encontraba mi pareja de aquel entonces, nos dirigimos hacia el lugar donde encontré la piedra, el bosque de cerca del colegio,  al mirar por el suelo y fijarnos mejor encontramos unas huellas que se dirigían hacia el colegio y hacia mas adentro del bosque, decidimos adentrarnos un poco mas en el bosque siguiendo las huellas, tras un rato caminando las huellas desaparecieron, en su lugar había marcas como de haber arrastrado algo bastante pesado y poco después marcas de sangre, eran bastante recientes y aun no se habían secado. Como ya estaba oscureciendo decidimos dejar la investigación para el día siguiente, estábamos sobre la pista de algo, y parecía tener que ver con el colegio y algo que se ocultaba en el bosque 

Tras salir del bosque fuimos al cruce en el que nos encontrábamos siempre y nos separemos por esa noche, cada uno se fue para su casa pero yo recuerdo la euforia que sentía por en simple hecho de estar un paso mas cerca de resolver este caso, cuan ingenuo pude ser en ese momento.