martes, 12 de noviembre de 2013

Capitulo de Ivy - 8

Tras eso pasaron un par de semanas tranquilas en nuestra aldea, durante esas semanas estuve analizando pergaminos y demás documentos que hayamos en el laboratorio de quimeras, tras las cuales no pude sacar mucho en claro, ya que los documentos mas antiguos no trataban mas que de trucos para vender y timar a la gente con ungüentos y pócimas que no servían para nada y los de mas adelante no eran mas que garabatos sin desorden, propios de una mente corrompida y desquiciada, solo se salvaban algunos que hablaban de el encuentro entre "alguien" y este hombre, y como el creyó que su mente se aclaró después de tomar la pócima que este le había entregado, también pude entender el método por el cual creaban las quimeras, pero no quiero aburrirte con los detalles. No negaré que el encuentro entre Marvin Shermond y ese "alguien" me tenia intrigado, pero no había muchas mas pistas en lo que pudimos rescatar de su laboratorio.

Una mañana cuando ya estaba harto de esos documentos llegó un visitante inesperado a la aldea, al rededor suya se formó un gran alboroto ya que, este visitante llegó gravemente herido y se desmayó en mitad del pueblo, lo acogimos en nuestra casa, puesto que yo era lo mas parecido a un medico que había en la aldea, ya que esta era bastante modesta y pequeña.

Su estado era un estado critico, tenia heridas por todo el cuerpo, como si una especie de animal con garras muy afiladas le hubiera atacado, a demás también tenia marcas de mordeduras repartidas por la parte superior de el torso, por lo visto logro escapar a duras penas de lo que fuera que le atacó y vagando llego a este pueblo. A los cuatro días despertó, y pudimos hablar con el nos contó que venia de Zeritha una ciudad que esta a unas horas de camino tras descender la ladera de la montaña, según nos contó en su ciudad se había abierto un portal demoníaco, el logro escapar de la ciudad y tras un día vagando llego aquí de casualidad, no sabia nada mas de como había evolucionado la situación en la cuidad ni si alguien mas había sobrevivido. 

Tras hablar con el un mal recuerdo regresó a mi mente y un escalofrío recorrió mis espalda, aunque logre disimularlo y entonces Zaeros Neo y yo nos fuimos fuera de la habitación para hablar, tras un rato discutiéndolo, decidimos que lo mejor seria bajar a Zeritha y cerrar el portal antes de que la cosa vaya a peor y a demás en el peor de los casos, que los demonios descubrieran la aldea, también decidimos mandar un mensajero hacia el cuartel general de la resistencia en cuanto bajáramos del pueblo, una vez decidido todo, nos despedimos de nuestro invitado quien intentó detenernos y le dejamos al cargo de unos vecinos , tras eso cogimos nuestras cosas y nos pusimos en marcha.

Mientras descendíamos la montaña a lo lejos podíamos apreciar una columna de humo en la dirección donde se supone que debería estar Zeritha, no tuvimos mucho tiempo de admirarla, ya que tras poco tiempo descendiendo vimos un ser negro de ojos rojos, su altura seria poco mas que la de una persona normal, de garras afiladas y un  aura tenebrosa al rededor suya, se trataba de un demonio que se había alejado de el portar, no podíamos dejar que siguiera avanzando, si lo hacia llegaría a la aldea a demás ya se encontraba corriendo hacia nosotros con su garra derecha en alto, pude conjurar un muro de hielo del grosor de un puño en frente nuestra, este muro logro frenarle durante un momento mientras Neo y Zaeros corrían cada uno hacia direcciones opuestas, cuando rompió el muro de un garrazo, Zaeros le lanzó una flecha que quedo incrustada en su espalda mientras Neo por la izquierda asestaba un golpe con su espada en el costado del demonio. Este callo al suelo e intentó levantarse, pero antes de que se levantara murmuré unas palabras, y los trozos de hielo que habían quedado esparcidos y rotos por el suelo se estiraron formando estacas que le empalaron, y tras unos momentos de agonía, dejo de moverse para después convertirse en un montón de cenizas. 
  

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