martes, 29 de octubre de 2013

Capitulo de Ivy - 6

A la mañana siguiente observamos el pueblo, parecía todo como el día anterior, así que decidimos entrar en el y e intentar hablar con alguien, aunque esta vez sin separarnos, no paso absolutamente nada, la gente aunque daba la misma sensación que el día anterior no parecía hostil en absoluto, es como si la noche anterior jamás hubiera ocurrido para ellos.

Regresamos al bosque hasta que anocheció, una vez anochecido nos ocultamos en el mismo lugar que la noche anterior y proseguimos a observar, los aldeanos se reunieron otra vez en la plaza, esta vez a demás por la ciudad rondaban unas extrañas criaturas que median mas o menos la mitad que una persona, se trataba de unos seres negros, constaban de un ojo recubierto por detrás de piel con pelo de la que salían tres patas negras muy finas, parecía que nos estaban buscando.

Finalmente y tras una larga espera apareció aquel hombre, esta vez pretendíamos a tenderle una emboscada, así que nos separamos para atacarle desde diferentes ángulos, Neo y yo nos posicionamos cada uno en su respectiva posición esperando la orden de Zaeros, pero de repente todas las criaturas que estaban mirando dirigieron la mirada hacia el y sin darle tiempo a reaccionar varios se le engancharon al cuerpo atándolo con sus patas e inmovilizándolo, esas criaturas lo condujeron hacia la plaza, junto al hombre quien le hecho un vistazo, hizo un gesto a la criatura y esta lo introdujo en el carruaje.

Le hice una señal a Neo, mi intención era lanzar un hechizo para distraerlos y que el pudiera salir aprovechando que estaban centrados en mi, así que conjuré tres rayos que se dirigieron cada uno hacia uno de esos monstruos y los convirtieron en ceniza con lo que los demás se abalanzaron sobre mi para agarrarme, en lo que Neo salio de su escondite cargando contra aquel hombre y aunque frenado por la multitud logro asestarle un tajo en el pecho, aunque no muy profundo pero lo suficiente para hacerle retroceder. Tras el ataque el hombre retrocedió y se introdujo en el carro, jcuando hizo esto todas las criaturas saltaron hacia el y desaparecieron dentro de su sombra.

Con bastante esfuerzo logramos alcanzar al carro antes de que saliera del pueblo y engancharnos al el mientras avanzaba a trabes de un oscuro sendero del bosque, cada vez a mas velocidad, tanta que parecía imposible para los dos caballos que tiraban de el. A duras penas aguantamos agarrados, cuando paró nos escondimos tras el mismo y pudimos apreciar como una criatura como las anteriores pero mas grande y con nueve patas cargaba con un inconsciente Zaeros hasta el interior de una cueva, seguida por aquel hombre en el que se podía apreciar que tras de si dejaba un rastro sangriento.

Al poco de que se adentraran en la cueva los seguimos, no fue muy difícil hallar el camino ya que podíamos seguir el rastro de sangre, a demás la cueva estaba iluminada por antorchas  de fuego mágico, este que es morado y no se apaga mientras detecte presencia humana, pues ese mismo, a demás toda la gruta estaba plagada de jaulas, algunas contenían animales del bosque o domestico, aunque la mayoría de ellas estaban vacías. o tenían restos de sangre. Con forme nos adentramos descubrimos un pequeño laboratorio con una mesa de operaciones y órganos en formol, tanto animales como humanos, también había diferentes frascos con hiervas o minerales, todo parecía indicar que estos restos eran los viajeros que habíamos venido a buscar y por lo tanto Zaeros estaba en peligro.

Seguimos avanzando, la siguiente sala daba a un pasillo y este a una puerta enorme que estaba entre abierta, miramos y pudimos ver a Zaeros tumbado en una especie de altar y también podíamos apreciar el sonido de como alguien se movía en el interior de la sala de un lado para otro, como preparándolo todo para una especie de ritual, Neo y yo nos miramos y nos dispusimos a entrar dispuestos a enfrentarnos a aquel tipo y recuperar a Zaeros.


martes, 22 de octubre de 2013

Capitulo de Ivy - 5

La noche pasó sin muchos percances, aunque me costo dormir no pasó nada significativo.Al despertarme cogí mis cosas y me reuní con mis compañeros en el piso de abajo. Mientras nos servían el desayuno discutíamos sobre que hacer, al final decidimos que lo mejor seria separarse y buscar información ya fuera en la gente o los alrededores del pueblo.

En principio intenté hablar con la gente del pueblo, pero si a que no soy muy buen orador le sumamos que esta gente parecía bastante extraña, de hecho era como si fueran totalmente cerrados a los extranjeros, no logre sacarles mucha información así que me decidí mejor a explorar los alrededores del pueblo. 

Se trataba de un pueblo pequeño y pobre, las gentes de este sitio vivían de la caza y algunos cultivos a las afueras, pero salvo esos detalles sin importancia, no parecía haber nada mas. 

La mañana paso y nos reunimos de nuevo, al parecer no era el único que había notado extraños a los aldeanos, es mas Zaeros que se dedicó mas en profundidad a intentar sacarles información notó como si no solo ocultaran algo si no que a demás, daba la sensación de estar hablando siempre con la misma persona. 

Tras exponer los hechos nos dirigimos a otra infructuosa tarde de investigación, al caer la noche parecía parecía que habíamos caído en un punto muerto, que no lograríamos nada ahí. Paso el tiempo y regresamos a nuestras habitaciones, cuando llegue a la mía, esta vez si que note lo que estaba pasando, era mas que evidente y habría que estar ciego para no verlo, Todas las paredes, la cama y la mesa estaban desgarradas, es como si algún animal rabioso hubiera estado enfrentándose con todo el mobiliario, a demás las cosas que había dejado en la habitación habían desaparecido. Salí al pasillo y me encontré con Zaeros y Neo, al parecer ellos también habían sido victimas de la misma suerte.

Aunque en ese momento no le preste atención la posada estaba demasiado tranquila, como si no hubiera nadie en todo el edificio. Bajamos a la calle y nos encontramos a toda la gente de la aldea reunida en la plaza del pueblo, estaban de rodillas frente a al pozo. cuando nos acercamos a ellos, intentamos entablar conversación con uno de ellos, aunque fue en vano, es como si no pudieran vernos ni escucharnos.

Tras largo rato intentándolo uno de ellos se levantó y se giro hacia nosotros entonces poco a poco todos lo hicieron y comenzaron a acercarse, con la mirada vacía, como poseídos fueron rodeándonos, nosotros tomamos posición defensiva y nos preparamos para lo que parecía ser una inminente batalla.

El primer aldeano se lanzó hacia Neo, este lo repelió con su espada y lo lanzo hacia la multitud otra vez, se fueron sucediendo los ataques de los aldeanos uno tras otro, los evitamos como pudimos intentando causar el menor daño posible en estas gentes, después de todo era mas que evidente que no estaban haciendo esto bajo su voluntad. Cuando logramos abrirnos hueco entre los aldeanos huimos hacia las afueras de la ciudad, y nos ocultamos de manera que pudiéramos observar lo que pasaba.

Los aldeanos estuvieron varias horas buscándonos hasta que finalmente desistieron y se reunieron otra vez todos. Pero esta vez no estaban solos, había alguien mas, un hombre que no encajaba en este pueblo, vestía como si fuera el típico vendedor que viaja de pueblo en pueblo vendiendo ungüentos, pócimas y demás porquerías que no sirven para nada. Esta gente desprestigia mucho nuestro trabajo como magos ya que dicen vender pócimas y remedios fabricados por nosotros pero es solo un truco para aumentar sus nada mas.

Este hombre parecía estar entregando algo a toda la población, no pudimos distinguir de que se trataba ni por que lo hacia ya que la oscuridad de la noche y el angulo en el que estábamos no lo permitía así que simplemente observamos, cuando terminó se subió a un carro y se fue, intentamos seguirlo pero se desvaneció en la oscuridad de la noche, con esto los aldeanos regresaron a sus casas. Nosotros observamos durante un tiempo mas la situación y al ver que ya no pasaba nada mas decidimos buscar un sitio escondido en el bosque y descansar allí. 

jueves, 17 de octubre de 2013

Capitulo de Ivy - 4

 Desde aquel fatídico día ha trascurrido ya una década, durante la cual vivimos con Zaeros, en el momento de recogernos este recién habría cumplido sus dieciocho años, se dedicaba a viajar por diferentes ciudades y reinos arrasados en busca de supervivientes como Neo o yo en a los que recogía y traía a una pequeña aldea sin nombre en mitad de las montañas al norte de este continente, Valdrassil. Como no logró encontrarnos una familia decidió hacerse cargo de nosotros, Zaeros era un hombre de cabello castaño como por la altura de los hombros, era mas alto que yo aunque mas bajo que Neo actualmente, era bastante hábil con el arco y solía salir mucho a cazar, a demás formaba parte de la resistencia y al igual que nosotros ahora su objetivo fue luchar contra los demonios que asolan el mundo.

He de admitir que durante esos diez años me costó  mucho abrirme a los demás, después de todo lo que había ocurrido no sentía las fuerzas para seguir adelante, incluso enmudecí debido a ese hecho, eso fue cambiando gracias a la ayuda del otro joven rescatado por Zaeros, Neo. Creo que ya lo conoces, es aquel de allí, el alto de la armadura que tiene el pelo largo y de color negro.

Siempre fue un chico impulsivo y poco prudente, si tenia que hacer algo simplemente lo hacia, es como si no pensara las consecuencias, o mas bien como si no le importaran, gracias a que es muy perseverante logre empezar a hablar con alguien y a volverme como soy ahora, en fin pero vamos poco a poco

Durante esos diez años vivimos tranquilamente en esa aldea. Neo y yo nos dedicamos a perfeccionar nuestras habilidades de combate a espaldas de Zaeros con el objetivo de ingresar en la  resistencia. Asi poco a poco el fue convirtiéndose en un gran espadachín y yo en un mago experimentado. Transcurrieron los años y finalmente pudimos entrar en la resistencia.

Transcurrieron varios días desde nuestro alistamiento, y ocurrió algo que ya nos era familiar por aquel entonces, pero esta vez seria algo diferente, un mensajero toco la puerta, le comunico algo a Zaeros y se fue. Tas cerrar la puerta se dio la vuelta nos miro y nos dijo que cogiéramos nuestras cosas, era hora de partir teníamos trabajo. Emocionados Neo y yo cogimos nuestro equipaje que se trataba poco mas que de una vieja espada, un bastón y algunos víveres y partimos.

Descendimos montaña abajo durante una hora, cruzamos praderas, y bosques hasta llegar a nuestro destino, se trataba de un pequeño pueblo a orillas de un lago, parecía normal pero se notaba algo raro en el ambiente, aun así lo primero que hicimos fue dirigirnos a la posada local, para conseguir alojamiento. Tras hacerlo nos dirigimos a nuestra habitación allí Zaeros nos explico la situación. Nos encontrábamos allí gracias a que rumores han llegado hasta los oídos de los altos cargos de la resistencia. Se dice que en esta zona hay un pueblo en el que los viajeros desaparecen sin mas, sospechábamos de actividad demoníaca por la zona así que nuestro deber era investigar. Una vez terminada la charla salimos de la habitación y bajamos a cenar.

La cena en la taberna de la posada transcurría normal, lo que mas destacaba eran varios borrachos que se dedicaban hacían algo de ruido, pero nada relevante. Pasaron las horas y el sitio se vació, como ya era tarde regresamos a nuestras habitaciones. Al entrar en la habitación pude notar que algo había cambiado, no sabia de que se trataba pero sentía algo. Inspeccione la habitación entera pero no di con que se trataba finalmente deje de percibirlo y me fui a dormir intranquilo.

martes, 8 de octubre de 2013

Capitulo de Ivy - 3

Día 3 (domingo)

Nos volvimos a reunir en el parque cerca de la biblioteca, esta vez ambos grupos nos dirigiríamos hacia el colegio, tras el ultimo encuentro, sabia que la clave estaría allí, lo sabia, y pero mi estupidez no me permitió ver que seria el principio de todo o mas bien debería decir el final. Mejor dejo de divagar y no adelanto acontecimientos.

nos dividimos de forma que mi grupo se dedicaría a buscar por las zonas al aire libre, principalmente la misteriosa cabaña que hayamos la ultima vez, el otro grupo por el interior de los edificios en busca de mas pistas o artefactos como aquel altar.

tras adentrarnos un poco en el bosque pudimos apreciar de nuevo la cabaña, ahí estaba, imponente y completamente hermética. Tras varios minutos examinándola a fondo un compañero encontró una hendidura en la que parecía encajar la piedra, y en efecto encajaba, al introducirla pudimos apreciar un estruendo que provenía desde la parte trasera de la cabaña, como si algo se moviera. Fuimos a ver y donde antes solo se encontraba una pared rocosa ahora había unas escaleras que conducían hacia abajo. Todos estábamos un poco nerviosos por que recordábamos la pelea del día anterior y nadie nos aseguraba que no hubiera tras criatura de esas al bajar las escaleras. 

Tras un rato deliberando decidimos bajar, las escaleras eran bastante estrechas, así que tuvimos que bajar de uno en uno, yo encabezaba el grupo. La bajada fue bastante larga, pero al final llegamos a una puerta de madera, me dispuse a abrirla y para mi sorpresa se encontraba abierta aunque tras ver lo que había detrás la sorpresa fue aun mayor, nos encontrábamos en un laboratorio, había grandes tubos a ambos lados de la habitación, mesas y equipamiento científico, también había documentos desperdigados por toda la sala de repente una compañera gritó y callo al suelo, todos nos giramos pero no parecía que la hubieran atacado, si no mas bien había visto algo dentro de un tubo de los que había al rededor de la sala, su cara expresaba horror y miedo. Cuando me acerque a ver lo que pasaba lo vi, en el tubo frente a mi se encontraba una criatura como la que nos atacó el día anterior, no parecía activa si no mas bien dormía plácidamente en un liquido verde. 
Un escalofrío me recorrió la espalda en ese momento, tuve ganas de salir corriendo, cerrar el sitio y no regresar jamas, pero estaba al fin frente a algo, esto ya no eran tonterías y conspiraciones en la viva imaginación de unos niños, no, esta vez era real habíamos dado con la clave del misterio, alguien estaba experimentando con esas criaturas y se trataba del culpable de todas las muertes y desapariciones del caso, ahora no podía echarme atrás, tenia que seguir y eso me hizo esbozar una sonrisa de emoción.

Tras ver eso muchos querían irse a casa pero los convencí de que debíamos seguir, aun nos quedaba la puerta del fondo de la sala por explorar, ya no podíamos dejarlo, y menos ahora que teníamos pruebas solidas en nuestras manos. Finalmente nos armamos de valor para continuar y abrimos la puerta, se trataba de una sala mas pequeña y cuadrada, muy simple y sin decoración en las paredes lo único que destacaba era un altar en mitad de a habitación , el altar tenia una hendidura del tamaño de la piedra,y un circulo que desconocíamos en el suelo.

Sin pensarlo dos veces introduje la piedra en el altar, de repente un rayo morado impacto en mitad impactando en el altar, a este le siguió una ráfaga de viento que me lanzo contra la pared, esa ráfaga formo un remolino y de el salieron un numero muy grande de aquellas criaturas.

Muchos intentaron huir otros intentaron hacerles frente con hechizo ofensivos pero uno a uno fueron cayendo descuartizados frente a mi, pude ver como les agarraban con sus garras y acto seguido les mordían en el cuello arrancándoles así la cabeza para después masticarla, otros no tenían tanta suerte y morían de maneras mas lentas y dolorosas, es como si, estuvieran jugando con ellos. En mitad de la masacre pude notar como el otro grupo llegaba, no para acabar con la amenaza, si no para correr con la misma suerte.

Y no pude hacer nada, nada mas que estar tirado en una esquina, con la suerte de que no se percataron de mi presencia, si lo se ahora pensaras que soy un inútil y un imprudente, tranquilo, no te falta razón en aquella época lo fui y eso le costo la vida no solo a mis amigos, si no que destruyo todo aquello que yo quería y conocía ya que como habrás podido deducir esas criaturas no era otra cosa mas que los demonios que aun hoy en día pueblan nuestro mundo, es cierto que en esa época ya se habían extendido hacia varias décadas por todo Naevith pero esa cuidad no estaba preparada ya que como dije al principio estaba hecha para estar aislada del mundo. Bueno continuare con mi relato

Durante la masacre pasó algo extraño, mientras veía que mis compañeros eran masacrados pude verme a mi mismo, me vi pero no estaba solo, frente a mi había una sombra esa sombra me hablaba y me dijo lo siguiente "Eres patético sabes, todos aquí sufriendo una muerte horrible y tu ahí, tirado sin hacer nada jeje esta bien yo te ayudaré, de todas maneras si mueres aquí yo también moriré" tras eso tengo una pequeña laguna mental, y recuerdo pocas cosas. solo se que mi cuerpo se levanto solo y empezó a atacar con una fuerza y conjuros que yo ni tenia ni sabia, lo poco que recuerdo era como ser una bestia sedienta de sangre creo que no solo maté a muchos demonios, si no que también a los pocos amigos supervivientes que quedaban aunque no estoy muy seguro solo se que no pude cuando fui a atacar a uno de ellos que parecía ser el líder me lanzó de un garrazo contra la pared y entonces perdí la consciencia durante unos segundos. cuando desperté ese demonio estaba frente a mi, con su cara a pocos centímetros de la mía podía notar su aliento en mi cara, entonces comenzó a hablar, esas palabras se gravaron a fuego en mi mente y las recuerdo perfectamente, lo que me dijo fue "Bravo joven, veo un potencial bastante interesante, me gustaría ver en que desemboca a demás, he de agradecerte el hecho de que sin ti jamas podríamos haber atravesado esa maldita barrera, te permitiré vivir considérate afortunado".

Lo siguiente que recuerdo es estar en mitad de unas ruinas humeantes, sentado con la mirada perdida completamente traumatizado no se cuantas horas estuve allí sin moverme solo se que un viajero llamado Zaeros que viajaba junto a otro joven de mi edad llamado Neo me recogieron, pase los siguientes años en un poblado bastante pobre, en el que en principio no hablaba con nadie, de hecho no hacia mas que estar en un rincón sin hablar y quieto, poco a poco fui mejorando gracias a la insistencia de Neo y Zaeros. Al fina me uní al grupo de resistencia al que pertenecían ellos, con un único objetivo objetivo era solo uno, acabar con aquel demonio que me lo arrebato todo y vengarme de una vez por todas. y así fue como comenzó mi viaje