jueves, 2 de enero de 2014

Capitulo de Ivy - 13

Los días pasaban en la aldea, tranquilos y sin mucho que hacer. Así que me dedique a preparar pócimas y aprender algunos hechizos a parte de entrenar junto a neo y cuidar de Arken, el perrito que recogimos el Zerithia el cual ya empezaba a tener un aspecto mas sano y a ser mas animado. También me encargué de varios enfermos de la aldea incluido nuestro huésped, que pasó un par de días mas con nosotros hasta recuperarse del todo y regresar a la cuidad.

Tras estos días tranquilos Zaeros nos se nos dijo que debíamos partir hacia Aldaris, ciudad que se encuentra en el centro de ente continente y que como te acabas de unir a la resistencia hace poco quizás no sepas que es el cuartel general de la misma, al parecer nos habían pedido que informáramos en persona de los hechos acontecidos en nuestro último viaje. Así que nos preparamos y partimos hacia Aldaris.

Descendimos la ladera de la montaña sin problemas por el camino principal, y avanzamos hacia el sur, pasando por una llanura hasta llegar a un pequeño llamada Arfell, llegamos al anochecer y buscamos un sitio donde alojarnos, encontramos una humilde posada donde pasamos la noche. Esa noche no pude pegar ojo, algo me inquietaba, no sabía que era pero algo estaba mal, tras varias horas de dar vueltas en la cama y de releer pergaminos, bajé a dar un paseo nocturno, o por lo menos lo intenté ya que al intentar abrir la puerta esta pesaba mas que si fuera de acero, y no logré abrirla, mientras intentaba abrir la puerta escuché a Arken ladrar desde la habitación de Neo. Intenté subir al piso de arriba pero tampoco me fue posible por que por mucho que subiera escaleras estas nunca terminaban, así que extrañado decidí investigar el piso de abajo.

Inspeccione la taberna de la posada pero no encontré nada, tras esto me decidí a ir hacia detrás de la barra donde hacia la despensa, al abrir la puerta esta daba a un enorme pasillo cada vez mas estrecho y oscuro, a demás de que se escuchaban sonidos extraños en el, como una especie de quejidos o llantos, aunque estaba asustado por que no entendía lo que estaba pasando, me armé de valor y me adentré en el pasillo, cuando estaba por la mitad y prácticamente se había estrechado de manera que a penas cabía en el pasillo sentí como algo gélido y húmedo me agarro el brazo izquierdo, rápidamente miré y vi una figura antropomorfa, muy delgada y con el rostro sin expresión alguna agarrándome el brazo, grite lo mas fuerte que me pude, y lance con la mano libre una pequeña bola de fuego que me quemo hasta a mi, traté de regresar pasillo atras pero este había desaparecido, así que me adentre mas y mas corriendo hasta que este acabó.

Tras esto llegue a una sala completamente oscura, traté de iluminarla con magia pero no pude hacerlo, intenté varios conjuros pero ninguno funcionaba no sabía que hacer, solo tenia ganas escapar de alli.
Tras un tiempo deambulando sin rumbo por la sala oscura escuché algo, un ladrido, este provenía de mi derecha y lo seguí, tras varios minutos corriendo en la dirección del ladrido, llegue a una puerta de cristal, tras abrirla, me encontré dentro de una habitación, la habitación se encontraba llena de muñecos de madera de diferente tamaños, había muchos, y me daban la sensación de que me observaban, crucé la sala y encontré una puerta de madera, esta me condujo hacia una llena de espejos.

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